En la mañana del 14/08/2023 los mercados sufren volatilidad. Los bonos caen, las acciones suben y los dólares financieros se disparan. El encabezado de todos los diarios locales es el mismo: Milei se impone como ganador en las PASO 2023. El candidato de la coalición política “La Libertad Avanza”, logró una impresionante victoria electoral coronándose en 16 de los 24 distritos electorales obteniendo poco más de 7,1 millones de votos. A mitad de mañana del día post elecciones, nos encontramos con un anuncio que si bien muchos anticipábamos, nadie sabía con exactitud cuándo tendría lugar: Para cumplir con el FMI, el gobierno devaluó y dejó subir un 21,8% al tipo de cambio oficial. A su vez, el BCRA lanzó un comunicado de suba de tasas de interés, otorgando una TNA del 118% para las colocaciones en plazo fijo, quedando la tasa efectiva anual en un 208%.
Una pregunta recurrente en el ámbito financiero frente a tanta incertidumbre es: ¿Renovar o no renovar el plazo fijo?
Si bien es cierto que, con las últimas subas de tasas por parte del BCRA, el plazo fijo le ganó en varias ocasiones a la evolución del dólar, no es novedad que cuando se dan eventos devaluatorios como el del pasado Lunes, los mismos no dan previo aviso ni se caracterizan por ser moderados, dejando a casi cualquier inversión en pesos totalmente retrasada.
Frente a un contexto como el que estamos atravesando, en el cual las reservas del Banco Central están al rojo vivo, la presión inflacionaria genera más demanda de dólares y los precios de la economía poco a poco comienzan a desaparecer por la falta de una moneda estable, es importante encontrar instrumentos que nos sirvan de refugio para intentar amortiguar los efectos de tan inestable panorama.
El fin principal del mercado de capitales consiste en canalizar los ahorros a inversiones productivas. Es decir, conectar a las entidades superavitarias con las deficitarias para poder llevar a cabo distintos proyectos de inversión. Las obligaciones negociables son bonos emitidos por compañías que buscan financiamiento y que prometen el pago de una renta en el futuro. Ofrecen ventajas tales como:
- Conocer de antemano el flujo futuro de pagos que se van a percibir por parte del inversor.
- Escapar del riesgo soberano al invertir en entes privados.
- Son títulos que pueden adquirirse en pesos o en USD, siendo el cobro del capital y los intereses en dólares.
El “Chapulín Colorado” de la actualidad son empresas como Arcor, Pampa, Telecom, entre otras, las cuales ofrecen ONs con tasas de interés en dólares de entre el 6% y el 9% anual. Rendimientos que están por encima de la inflación de EE.UU.
Sin embargo, puesto que la rentabilidad esperada es un premio al riesgo asumido, cuando hablamos de inversiones es clave hablar de los riesgos asociados a las mismas. En el caso puntual de las obligaciones negociables podemos encontrarnos en la situación que la empresa no pueda hacer frente a sus compromisos de pago o bien, que teniendo la voluntad y la capacidad de cancelar sus deudas, el Banco Central le imposibilite acceder al mercado cambiario para hacerse de los dólares necesarios. No obstante, existen bonos corporativos cuya emisión se encuentra bajo legislación extranjera, esto quiere decir que ante un eventual incumplimiento por parte del emisor, los acreedores podrán reclamar el cobro de sus inversiones en el tribunal de Nueva York.
De cara a las elecciones de Octubre hay que preguntarse ¿En cuál vereda quiero estar parado? El abanico de opciones a la hora de invertir en estos instrumentos es muy amplio. Es clave entonces contar con un buen asesoramiento para poder encontrar opciones que se ajusten a las necesidades y objetivos de cada inversor, encontrando un refugio para el capital y atravesar momentos de turbulencia financiera.
Nicolas Omodeo
