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08/03/2023 |
Y vos, ¿te subirías a este barco?
En el año 2022 el índice Merval escaló un 42% en dólares, consolidándose como una de las inversiones que mayor rendimiento tuvo en el año. Índices de países vecinos como ser Brasil, alcanzaron rendimientos de un 5% para el mismo periodo, siendo superados ampliamente por el índice argentino. En lo que va de este 2023 […]

En el año 2022 el índice Merval escaló un 42% en dólares, consolidándose como una de las inversiones que mayor rendimiento tuvo en el año. Índices de países vecinos como ser Brasil, alcanzaron rendimientos de un 5% para el mismo periodo, siendo superados ampliamente por el índice argentino. En lo que va de este 2023 el mercado financiero local inició a todo vapor, en apenas dos meses se consolidó con una ganancia de 15% en dólares. 

Estos retornos me llevan a reflexionar lo siguiente, ¿podemos pensar que los marineros del mercado financiero tomaron a rajatabla la idea de que, para esperar mayores retornos hay que asumir mayores riesgos?, ¿estamos ante un incipiente cambio de expectativas de lo que ocurra políticamente en nuestro país?  

El conocido “trade electoral” hace referencia a las apuestas, previas a los ciclos electorales, que realiza el mercado. Convirtiendo al inversor en tripulante de un barco, donde su destino dependerá de cuáles son sus expectativas sobre los resultados de las elecciones.

En las elecciones legislativas del año 2013 el Merval inició un proceso de subas, que se extendió hasta el año 2015 con el inicio de las elecciones presidenciales. Se generaron ganancias de más de un 100%. Pero no siempre la marea está del lado del inversor, tenemos casos como el año 2019, donde el mercado percibió que la oposición podría volver al mandato. Los resultados fueron tan dramáticos como chocar con un iceberg, el Merval pasó de $1.800 a $400 dólares entre 2018 y 2019. 

¿Los rendimientos pasados garantizan rendimientos futuros? No, pero nos vamos a aferrar al dicho: el mercado siempre se anticipa. Y lo que realmente tenemos que analizar es si la buena performance de las acciones locales en 2022 se agotó o aún tenemos viento a favor para seguir navegando. 

Como mencionamos, en el 2022 el índice Merval nos dejó una gran ganancia, pero para llegar a este destino tuvo que atravesar distintas tormentas. Se enfrentó a dos renuncias de ministros de economía en tan solo 24 días, generando el desembarco de Sergio Massa al mandato de un superministerio que, según la lectura del mercado, generaría cierta estabilidad. 

Además, se sumaron factores externos. Gracias a la desaceleración de la inflación en Estados Unidos, los activos de este país dejaron de ser tan atractivos para los inversores, tomando el protagonismo los mercados emergentes, donde el índice Merval destacó por encima de sus pares. 

Sin embargo, estos cambios no pueden ser atribuidos en un 100% a las expectativas electorales. La escalada del Merval inició desde el fondo del mar, a comienzos del 2022 se encontraba un 79% debajo de sus niveles máximos. A pesar de su gran performance el año pasado el índice se encuentra por debajo de sus niveles promedios, dejando aún un gran camino por recorrer. 

Si en los próximos meses se mantiene la dinámica, podríamos asociar las subas en gran parte a un trade electoral. Pero en el corto plazo, los marineros tendrán que navegar en un mar cargado de tormentas y fuertes vientos, representados por la volatilidad e incertidumbre. Tal es así, que en febrero, se dio una importante toma de ganancias luego de los abruptos incrementos. 

 En nuestro país, la historia suele repetirse. Pero a tres meses de haber zarpado a mar abierto para recorrer este 2023, es muy difícil determinar si efectivamente se dará un trade electoral, asociado a las expectativas de un cambio de régimen. De lo que sí estoy segura es que, no será lo único que explique el rumbo del mercado local hacia adelante. 

Inmersos en una coyuntura macroeconómica muy delicada, Argentina tiene muchos desafíos por resolver como la enorme deuda pública en pesos y la situación frágil a la que se enfrenta el mercado de cambios. Hasta octubre, quedan muchos puertos y habrá que esperar que los eventos políticos se concreten y sobre todo evaluar los efectos de las acciones tomadas por la nueva gestión. 

En conclusión, en vistas de este año, el público inversor deberá preguntarse si está dispuesto a navegar en estas aguas, que por lo relatado anteriormente, no serán  pacíficas en lo absoluto. En definitiva, como dice el refrán “Ningún mar en calma hizo experto a un marinero”.

Florencia Linares – Asesora Financiera

 

 

 

 

 

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