Inmersos en incertidumbre y volatilidad, concluye la segunda semana de mayo y con ella la etapa final de la presentación de resultados de las empresas más importantes de Estados Unidos.
La conocida «earning season», o temporada de resultados, es un período emocionante para inversores y empresas. Durante esta etapa, las compañías cotizadas en bolsa revelan sus informes financieros trimestrales, develando sus números como fiel reflejo de lo sucedido en sus negocios en los últimos tres meses, añadiendo previsiones sobre lo que esperan recorrer en el próximo tiempo.
Teniendo lugar cuatro veces al año, la temporada de ganancias nos brinda conceptos claves a tener en cuenta, como el beneficio por acción (BPA), una medida de la rentabilidad obtenida por la empresa; así como las ventas e ingresos netos. Estos datos, además de aportar transparencia a los mercados y seguridad a los inversores, nos permiten evaluar la salud financiera de una empresa y fundamentar las valuaciones de mercado de cada una.
Durante estas semanas, los analistas se enfrentan a una verdadera prueba de fuego, donde validan si los resultados están en línea con las expectativas formuladas para cada compañía. La concordancia o discrepancia entre la realidad y las predicciones genera jornadas de volatilidad en los precios de las acciones, una situación que los inversores no deben pasar por alto, ya que, dependiendo de la
magnitud de la sorpresa (positiva o negativa), la presentación de resultados suele tener un efecto contagio en el mercado accionario.
Las expectativas en torno a ganancias por acción e ingresos por parte de las empresas no eran muy alentadoras para este primer trimestre del año. Los efectos de las subas de tasas de referencia por parte de la Reserva Federal sobre los balances, generó controversia en el mercado.
Los bancos, bajo la atenta mirada, fueron los primeros en anunciar sus balances. Más allá de las semanas complicadas que atravesaron, debido a diversas caídas de bancos regionales como ser el SVB Financial, la toma del First Republic Bank, sumado a las distintas adquisiciones y medidas que se colocaron para que el sistema financiero no termine colapsando lograron mostrar sorpresas. Destacándose, el JP Morgan anunció un aumento del 52% en sus ganancias trimestrales, seguido por Wells Fargo y Bank of America que también superaron las expectativas. Por otro lado, entre los sectores donde predominan las sorpresas se pudo observar como el sector energético y el de tecnología de la información, superaron sus estimaciones tanto en ventas como ganancias por acción.
En definitiva, esta «earning season» no pasó desapercibida y la defino con “pudo haber sido peor”. Sin embargo, los próximos resultados también estarán al pendiente del accionar de la Reserva Federal, sus decisiones sobre la tasa de interés y efectos sobre las ganancias de las empresas.
Florencia Linares – Asesora Financiera