“Mamma mia, here we go again…”
La semana pasada prometía ser tranquila. Feriados lunes y viernes en Argentina, feriado el jueves en EE.UU. Un “sándwich” perfecto para descansar. Pero entre misiles en Medio Oriente, señales cruzadas de los bancos centrales y datos locales que invitan a levantar una ceja, la calma duró menos que la estabilidad en un gabinete económico argentino.
Panorama internacional: más tensión, menos convicción
En sus primeros cinco meses, Trump versión 2.0 logró una combinación poco habitual:
- Shock arancelario,
- Reforma tributaria expansiva,
- Poda del gasto público,
- Y un giro energético pro-fósil que revive viejos lobbies.
El sábado, sumó un nuevo capítulo con ataques a tres instalaciones nucleares en Irán, en lo que ya parece un realineamiento geopolítico acelerado. Le soltó la mano a Ucrania, pero abrió un frente nuevo que inquieta a todos.
Como bien dijo Andrés Malamud: “Antes, EE.UU. era creador de orden. Hoy, de desorden.”
Y el mercado lo sabe. El petróleo apenas reaccionó: Brent operó en niveles de 76 dólares (+1,5%), muy por debajo de los 80/82 que algunos analistas proyectaban con entusiasmo. ¿El motivo? Por ahora, el Estrecho de Ormuz sigue abierto, aunque Irán lo haya puesto en la mesa de negociación como carta de presión. Ese estrecho, de apenas 30 km, canaliza el 20 % del crudo y del gas natural licuado del planeta.
Curiosamente, China y EE.UU. comparten la preocupación. No es poca cosa: el 40 % del petróleo que importa China pasa por allí.
Local: señales que no enamoran, pero tampoco espantan
🧊 Deflación mayorista: el freezer, versión criolla
En mayo, los precios mayoristas bajaron -0,3 %, algo que no veíamos desde 2009 (pandemia al margen). Los bienes importados lideraron la caída con -4,1 %, gracias a un tipo de cambio calmo y un consumo que, para decirlo elegantemente, está meditando.
Las empresas acumulan stock y enfrentan una disyuntiva:
- resignar margen, o
- seguir sumando polvo.
Muchos, directamente, optaron por no remarcar, no por bondad sino por estrategia: espantar al cliente no parece una gran idea en un contexto donde el volumen manda y el margen… bueno, el margen está de licencia.
Como dijo Rodrigo Benítez en una charla reciente con Amauta: “Cambiar el chip o cambiar de rubro.” Una frase que resume bastante bien el momento actual.
💸 BOPREAL Serie 4: entusiasmo moderado (o menos)
El BCRA logró colocar USD 810 millones, un 27 % del máximo autorizado. El resultado es ambiguo: bajo interés en la licitación, dudas sobre su valuación en el secundario y una tasa implícita que, con tipo de cambio estimado en $1.400, no seduce ni a propios ni ajenos.
Desde algunos rincones del mercado deslizan, con cuidado: “¿Y si lo que buscan es precisamente mostrar que no hay demanda?” Una hipótesis que suena provocadora, pero que –conociendo el pragmatismo del equipo económico– no debería descartarse tan rápido.
Porque si algo nos enseñó este tiempo es que nadie es tan ingenuo como parece, ni tan pícaro como se cree. Y en esa ambigüedad calculada, tal vez resida buena parte de la estrategia.
📉 MSCI: seguir participando
Esta semana se publica la decisión de MSCI sobre una eventual reclasificación de Argentina. El informe de accesibilidad publicado el viernes mantuvo sin cambios nuestro “score card”. Por lo tanto:
- Reclasificación a “emergente” descartada,
- Una eventual mención de “under revision” para 2026 sería, en este contexto, una buena noticia.
No mueve flujos en el corto plazo, pero podría reordenar expectativas hacia adelante. Algunos fondos podrían anticiparse. Otros seguirán esperando que dejemos de ser “el niño problema” del índice.
En resumen
Una semana que parecía liviana, pero terminó bien condimentada: tensiones geopolíticas en alza, precios que bajan por las razones menos heroicas, y licitaciones que no enamoran. En este contexto, la recomendación se mantiene: mirar el tablero completo, mantener el foco… y no dejarse seducir por lo que brilla a primera vista.
Ya sabemos que en estos mercados, lo que parece quieto a veces está tomando impulso. Y lo que parece sólido… muchas veces es espuma.
Regina María Martinez Riekes.




